viernes, 15 de mayo de 2020

Periodismo: de la transición digital a la disrupción de la inteligencia artificial y colectiva


Una exploración prospectiva y provocativa, para imaginar escenarios posibles y deseables en el contexto y desafío de formar una nueva generación de periodistas, que empezará a trabajar cuando nos acerquemos a la tercera década del siglo XXI.
________________________________________________________________________________


Entre los muchos impactos colaterales y disruptivos del Covid-19 se despeja cada día con mayor nitidez, la transformación inevitable de las catedrales académicas, llenas de salas con pizarrones y computadores para que los aprendices de periodismo sigan clases presenciales, demasiado largas y -casi siempre- demasiado repetitivas y con pocas señales de aprendizaje acelerado e intensivo, como requieren los nuevos tiempos.

En 1996 -todavía en el siglo XX- la Universidad Andrés Bello, en Santiago, se aventuró en un proyecto innovador para formar las primeras generaciones de "periodistas digitales". La osadía del momento era sacar las máquinas de escribir de las "salas de clases", con escritorios individuales,  para instalar computadores en mesas redondas y promover el trabajo colaborativo en equipos de  tres o cuatro estudiantes.  En la puerta de ese "laboratorio de aprendizaje" se instaló un letrero que decía "Centro de Comunicaciones Interactivas".

Desde entonces, ha transcurrido un cuarto de siglo. En el camino, se inventó la web, el smartphone, el full-HD, el wi-fi y la conectividad 4G. 

Ahora, en pleno 2020, en medio de una pandemia, en los albores de una recesión global, con la destrucción literal de industrias completas, con la pulverización de modelos comunicacionales que se sostenían desde mediados del siglo pasado y con el desplome de consorcios y medios periodísticos centenarios, hay una señal potente de transformación que exige nuevas respuestas, con nuevas propuestas académicas y profesionales. 

Los actores dominantes de hoy no son las grandes cadenas de televisión ni las asociaciones de diarios multinacionales. Los nuevos zares de la información instantánea, de las redes, de la interacción ininterrumpida en todos los idiomas, de las campañas publicitarias globales y de las legiones de influyentes online -que con un  clic alcanzan audiencias medidas en millones de personas de todas las edades- son los selectos integrantes del reducido Club-GIFT: Google, Instagram, Facebook, Twitter.

El nuevo mundo post-Covid19 no es digital, es SMART.  
Las tecnologías de información y comunicaciones que marcaron los cambios de las últimas cuatro décadas ya no son el eje transformador del periodismo. El vector que señala la ruta de innovación exponencial para las próximas décadas es la inteligencia artificial, con todo el enjambre de disciplinas asociadas, desde las neurociencias, pasando por la robótica y la ciencia de datos, hasta la linguística cognitiva y la narrativa transmedia. 

El nuevo mundo post-Covid19 ya empezó a sincronizarse al ritmo vertiginoso de las redes 5G, que conectarán 6 mil millones de smartphones de quinta generación, que incorporarán tanta inteligencia en sus aplicaciones y tanta capacidad de procesamiento que convertirán a los modelos iPhone o Android de hoy, en equipos con debilidades propias de la obsolescencia tecnológica.

El nuevo mundo post-Covid19 seguramente instalará nuevas prácticas y nuevos modos de convivencia, de interacción y de organización. Las comunicaciones y el periodismo tienen que captar y reflejar esas pulsaciones.
Lo que era una sigla usada por analistas e investigadores, ahora es una evidencia a nivel ciudadano, de productores y consumidores; de profesores y alumnos; de parlamentarios y alcaldes; de sociólogos y de periodistas. VICA es la síntesis precisa. Un mundo Volátil, Incierto, Complejo y Ambiguo.

En el entorno de lo que ya se denomina la re-globalización, tenemos que diseñar un modelo, una estructura y una praxis para la formación adecuada y pertinente de los nuevos periodistas.

En Chile, pocos dudan de que necesitaremos un proyecto-país con mayor cohesión social,  más inclusivo y más participativo. En este escenario, volvemos a la concepción de un periodismo más acorde con los nuevos tiempos de cambio. 
¿Cómo formar periodistas para informar en una sociedad que está en fase de re-definiciones fundamentales?

Algunas  impresiones preliminares...

- Sólida formación ética y estética
- Manejo de datos, como nuevo lenguaje de las próximas décadas

- Conciencia y sensibilización con las diversidades sociales
- Apertura a las necesidades y oportunidades del mercado regional latinoamericano

- Capacidad de análisis, síntesis y visión prospectiva
- Uso de metodologías de observación basadas en Design Thinking
- Entrenamiento en pensamiento crítico
- Prácticas de pensamiento lateral
- Flexibilidad académica para navegar en aguas transdisciplinarias

A modo de conclusión: En la formación de nuevas generaciones de periodistas, más o mejor de lo mismo, no es suficiente. El desafío es mayor. 
Se requiere un "deep dive". Una inmersión creativa profunda y una exploración intensa y extensa de opciones concretas que permitan romper paradigmas académico-profesionales.
Un primer paso es reconocer que ya estamos en la transición digital hacia la disrupción de la inteligencia artificial y de la inteligencia colectiva. 
Es el nuevo ecosistema SMART.

_______________________________________
 @mboada
Versión Beta.


No hay comentarios:

Publicar un comentario