- La televisión tradicional de los últimos 50 años es pasiva.
La nueva tele-visión es activa. O mejor dicho, interactiva. - La televisión tradicional se ve en televisores. La nueva tele-visión se ve en dispositivos digitales con diversos formatos y diferentes sistemas operativos. Lo que menos importa es el tamaño de las pantallas. Hay para todos los gustos.
- La televisión tradicional tiene cientos de canales formales e institucionales con estructura de grandes empresas, regulada por viejos códigos y marcos legales.
La tele-visión del siglo XXI tiene millones de canales informales y comunitarios con estilos personalizados y sin esquemas basados en economías industriales de consumo masivo. - La televisión tradicional se nutre de la publicidad masiva y se mide por audiencia cuantitativa.
La nueva tele-visión se nutre de publicidad segmentada y se mide por el grado de engagement, cuánto se logra enganchar y fidelizar audiencias. - La televisión tradicional se basa en rostros, que son pilares para la presentación de contenidos.
La nueva tele-visión se basa en autores o moderadores, que son facilitadores de conversaciones sobre contenidos. - La televisión de medio siglo se estructura en programas empaquetados en formatos estándares, similares en casi todo el mundo.
La nueva tele-visión permite tantos formatos flexibles y únicos, abiertos a innovación permanente. - La televisión tradicional, que nos ha acompañado por generaciones, no muere; convive con la nueva tele-visión, que -como una ola- adquiere crecientemente mayor volumen y mayor alcance.
*** Tema abierto, en permanente discusión para buscar caminos nuevos hacia la nueva tele-visión.
jueves, 27 de diciembre de 2012
La TELE-visión en el nuevo entorno de plataformas online
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