Lo urgente, lo importante y lo esencial... ¿cuándo aprendimos a hacer reuniones?

Reuniones largas, muy largas.
Reuniones aburridas, muy comunes.
Reuniones sin foco, muy desfocalizadas.
Reuniones inútiles, demasiado frecuentes.

Las personas que citan a una reunión -y no saben manejar una reunión- deberían ser penalizadas.
Generan pérdidas acumulativas de tiempo.
Provocan ansiedad, angustia y stress.
Roban minutos para temas más relevantes.
Afectan la calidad de vida diaria  (casi siempre a costa de tiempos personales y familiares).

Para recordar, antes de citar a una reunión, ¡por favor!
Lo urgente, que se trate brevemente.
Lo importante, que se trate con buena información.
Lo esencial, que no quede fuera de tabla antes de terminar la reunión.

Muchas gracias, en nombre mío, de mis amigos y de mi familia.

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