martes, 9 de diciembre de 2025

Chile: por qué nos cuesta tanto salir del tranco de orugas y renunciamos al desafío mayor e inspirador que enseñan las mariposas



Escribo este post  antes de ver en televisión el último debate de los candidatos presidenciales, Jeannette Jara y José Antonio Kast.

Sin muchas expectativas de sorprenderme, más bien estoy ordenando un flujo mental que, a modo de cascadas de impresiones, me generan desesperanzas que espero puedan ser revertidas en el futuro próximo, justo cuando estamos terminando el primer cuarto del siglo XXI. 
Tengo tantos destellos de promesas y planes que quedaron congeladas en las palabras de extensos discursos y programas.
Tengo tantas dudas sobre nuestra capacidad como Homo Sapiens para superar limitaciones de coherencias y consistencias, sin hablar de las debilidades éticas, que las noticias diarias sobre corrupción nos confirman que manchan gravemente a autoridades y súbditos.   

Vamos viendo este mosaico de referencias, que oscilan entre dudas y evidencias, desde lo global hasta lo más local.

  1. He seguido durante mucho tiempo la famosa  Agenda 2030 de la ONU y sus 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para erradicar la pobreza, proteger el planeta y asegurar prosperidad, paz y justicia para todos, centrados en las "5 P": Personas, Planeta, Prosperidad, Paz y Alianzas, buscando la igualdad y la sostenibilidad a través de acciones concretas hasta el año 2030.

    Según las cifras más difundidas, el porcentaje de cumplimiento global de la Agenda 2030 indica que solamente el 18% de las metas está en vías de cumplirse.
    De las 169 metas de la Agenda 2030, 139 cuentan con datos suficientes para análisis:
    - el 35% muestra progreso adecuado (18% en camino y 17% con avances moderados)
    - el 48% presenta progresos insuficientes o estancamiento
    - el 17% ha retrocedido desde 2015.

    Avances notables incluyen acceso a electricidad (92% global en 2023), digitalización (internet del 40% al 68% desde 2015) y reducción de mortalidad infantil, pero persisten retrocesos en pobreza extrema, hambre y cambio climático.

  2. Sabemos que en este mundo globalizado, un desastre en un país impacta rápidamente en otros. El desastre socio-político-económico en Venezuela generó ondas de alto impacto en Chile y en varios países de la región.
    Una alerta evidente son las ideologías y las ambiciones que arrastran a seudo-políticos que caen en la tentación de convertirse en amos autoritarios y acomodar los principios de la democracia con justificaciones de mediocre racionalidad.
    La conciencia de sana convivencia entre países no se garantiza con acuerdos en salones de organismos internacionales. Debe traducirse en compromisos y acciones responsables y consensuadas en la vida cotidiana en sociedad.

  3. He revisado el interesante Informe sobre Desarrollo Humano en Chile (IDH 2024), titulado ¿Por qué nos cuesta cambiar?: conducir los cambios para un Desarrollo Humano Sostenible, producido por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
    Este informe constituye una pieza fundamental para comprender la coyuntura sociopolítica chilena actual.
    La tesis central del IDH 2024 es que la dificultad para realizar las transformaciones requeridas se debe a las insuficientes capacidades de la sociedad chilena para conducir y ejecutar cambios sociales.
     

    Lo anterior se explica por una interacción de dos grandes factores relacionados:
    a. El predominio de relaciones disfuncionales entre los actores clave de la conducción (la ciudadanía, las élites y los movimientos sociales).

    b. La preeminencia de lógicas inhibidoras a nivel estructural y cultural, manifestadas en las instituciones, los discursos públicos y las subjetividades sociales.

    El PNUD concluye que, para que el dinamismo de la sociedad chilena deje de ser frustrado por la rigidez de sus estructuras, es esencial transformar condiciones limitantes, como la desigualdad, mediante acciones política coordinadas y efectivas.
    Las transformaciones necesarias para alcanzar un verdadero desarrollo sostenible, requieren liderazgos centrados en el diálogo político y en los consensos ciudadanos.

    Como postdata, sobre las dudas y las sospechas de las inconsecuencias en el mundo de los actores políticos, hoy los chilenos supimos que, por segunda vez en dos meses, los honorables representantes de la ciudadanía en la Cámara de Diputadas y Diputados no estuvieron a la altura y dignidad de sus cargos de confianza.

    Fracasó la sesión legislativa porque no se cumplió el quórum.
    De 150 parlamentarios llegaron a su trabajo solamente 48.
    Este revés impidió discutir y votar el proyecto sobre la exención del pago de contribuciones para la 
    primera vivienda de adultos mayores.

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